Estás embarazada?

Sí? Tienes que leer urgentemente este libro! Y si no lo estás tambien. Y si no quieres tener hijos, con mas razón. La Represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente (de Casilda Rodrigañez y Ana Cachafeiro) ha sido el libro mas comentado este año en Barcelona.

la represion

Y puedes descargarlo de la red (viva el copyleft!) en la página web de Casilda Rodrigañez. En él habla de como la medicina moderna arranca al bebe de los brazos de la madre, colocandolo sólo en una cuna lejos del cuerpo de la madre, sustituyendo el pezón por un trozo de plástico y de como esa carencia lleva a la criatura a la sumisión al Poder.

Habla de como en una violación el coito puede producir dolor mientras que en una relación sexual con consentimiento, relajación y otros factores, la relación sexual puede producir en la mujer el orgasmo. Así puede también el parto ser una experiencia sexual placentera, violenta y orgásmica. Pero en las condiciones adecuadas , por supuesto, no en una sala de paritorio, rodeada de desconocidos, colocada como un animal en una posición incómoda, drogada con sustancias que la mujer genera naturalmente pero que te inyectan a lo bestia para provocar el parto….

Aunque este último es un tema del que Casilda habla mas en profundidad en su segundo libro: El asalto al Hades. La rebelión de edipo(1ª parte), tambien descargable en la web (viva el copyleft!!!!!!!!!!!!) Qué bestias, arrancan al pobre e inocente edipo de los brazos de su mama, lo mandan matar, edipo sobrevive y mata a su padre sin saber que era su padre y se casa con su madre sin saber que era su madre…. la culpa es suya!!!!!! Todo por el miedo al incesto, el miedo del hombre de la relación sexual del bebe con la mujer y el miedo del hombre a perder su poder a manos del nuevo ser que ha nacido. Edipo rebélate!

«La tragedia de Edipo es la tragedia de las criaturas inocentes, que al caer bajo la ley patriarcal, tienen que reconocerse culpables de ser lo que son, es decir, criaturas deseantes, productoras de vida; declarados el deseo y el impulso vital malignos, fuera de la Ley, somos culpables de cualquier reconocimiento o reivindicación de nuestro deseo y nuestra sexualidad básica.»

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