La Piedad
Qué erótico puede resultar un hombre en brazos de una mujer! En la iconografía clásica se ha tomado la excusa del amor materno-filial para representar a una mujer tomando en sus brazos a un hombre. A mí me resulta muy excitante la imagen de un hombre dévil y enfermizo desmayándose en mis brazos y me resulta excitante también la fuerza física de una mujer.
Recuerdo un ligue que tuve una vez hace tiempo. Se llamaba Pit y era australiano. Juntos nos fuimos con mi furgo de viaje por Portugal, un viaje curioso, por cierto. Nos robaron TODO nuestro equipaje en Sevilla, antes de llegar a Portugal, vaya. Pero decidimos seguir. Pero no teníamos ni zapatos. Recuerdo que fui descalza por las calles de Sevilla buscando un convento donde me regalaron dos mantas de rayas, porque tampoco teníamos sacos de dormir. Sólo teníamos la ropa que llevabamos puesta, así que de vez en cuando nos la cambiabamos sólo por el gusto de llevar otra cosa. Pero me despisto del relato. Vuelvo. Pit era muy pequeño y me gustaba cogerle en brazos. En los bares le alzaba y le sentaba sobre la barra como una muñeca. Y a veces le llevaba en brazos por las calles de Portugal. Y ésto me ponía MUCHO.
Esta versión moderna y de interpretación queer es de manydolls.
marzo 13th, 2006 at 8:58 am
madre mía, no te imagino descalcica por las calles como una penitente en semana santa…. A mí también me van los hombres canijos, pero no tan canijos como para tener que ayudarlos a subirse a la barra o llevarles en brazos:-p
Imagino que le llamarían Pit por PITufo. ¿Seguro que no le conociste debajo de una seta?
Para sacaros unos dinerillos podríais haber hecho en la calle algún número de ventrilocuo, con el muchacho sentado en tus rodillas-
«Mariagirls y sus muñecos-»
Es que eres muy patilarga tú, leñe…guapísima!