Porn Film Festival Berlín, epílogo: Todd Verow, quién fuera bombón!
En el último taller de pornografía y feminismo, en Berlín, me sorprendió un comentario compartido por varias lesbianas entre las que asistieron. Decían que hasta ahora las películas porno que más les habían excitado eran de porno gay.
No habían encontrado películas x lesbianas que les gustaran. Es un hecho evidente; no hay referentes sexuales en la industria pornográfica que nos muestren la sexualidad entre mujeres que nos gustaría ver, con las que nos gustaría excitarnos y quizás incluso transgredir nuestras vidas sexuales. Este es un eje clave para entender el interés cada vez mayor en la postpornografía: si no encuentras lo que buscas, hazlo tu misma.
Después del Festival y de visionar, One night stand de Emilie Jouvet, que parte de esta misma idea diy, o las pelis de Maria Beatty, no podremos volver a decir lo mismo categóricamente, de lo que todas nos alegramos.
A mí me sorprendió lo que decían, porque para mi el porno gay no había sido ningún referente… hasta que conocí a Todd Verow -arriba en la foto, y vi sus películas en el mismo festival.
Desde una perspectiva de género tradicional, se puede decir que Todd hace porno gay, porque en sus películas se ven a hombres teniendo sexo con hombres, pero yo creo que hace mucho más. Él dice de sus películas que muchas personas pueden verlas como porno sin más, y que está bien, porque él cree que el objetivo de la pornografía es conseguir mojar las bragas, calzoncillos o tanga de leopardo de quien lo ve, sin condón, porque él no es un educador, y a la gente le pone lo prohibido, discutible, pero al mismo tiempo dice que le gustaría también que algunas personas vieran en las pelis una cualidad artística.
Para mi son pelis porno de autor, son artísticas y quizás incluso políticas. Tod Verow, lleva muchos años luchando por rodar lo que a él le gustaría ver, él las interpreta también siempre. Esto hasta ahora, y aún hoy, es un proyecto difícil. Demasiado explícito para el mundo del arte y tampoco se ajusta al 2+2=4 de la industria salvaje. Montando su propia productora, como Maria Beatty, consiguió un hueco en la industria, gracias precisamente a la etiqueta gay y al pujante mercado que hay tras la peseta rosa. Yo sólo puedo decir que cuando ví Bulldog in the White House, en una gran sala de cine en el centro de Berlín, la palabra gay no estuvo en ningún momento en mi cabeza.
noviembre 29th, 2006 at 2:37 am
Una peli (que se podria decir lesbiana) es The Crashpad: http://www.babeland.com/page/TIB/PROD/videos-dvds-woman-director/JQ709075
muy buena, fresca y con escenas de caerse!