La fiesta de Berlin

Una vez, hace no mucho tiempo, (y tranquilos que no voy a contar la historia de una violación, ni asesinato, ni nada por el estilo) me invitaron a una fiesta. Me dieron la dirección y me dijeron como llegar. Pero una vez allí ninguna de las personas que me había invitado estaba, la fiesta no era tan divertida como esperaba y no me lo pasé muy bien.
Al día siguiente me di cuenta de que me había equivocado de fiesta.

Algo así es lo que siento viviendo en Berlin. Como si por fin hubiera llegado a la fiesta que estaba buscando. Como si hubiera estado mucho tiempo en un sótano oscuro, pensando que esa era la fiesta, y hubiera subido por unas escaleras a un piso superior y hubiera encontrado una puerta y la hubiera abierto y allí estaba la música, la gente, las risas y los pasteles de chocolate.

Y que conste que no quiero arremeter contra Barcelona, cada persona tiene sus circunstancias en la vida y el sitio más bonito del mundo puede ser un infierno para ti si lo que necesitas es otra cosa. Barcelona me ha dado muchísimo, a sido mi ciudad durante muchos años y soy quien soy por ella. Pero ya no lo era. Ya no era mi ciudad.
En Berlin tengo la sensación de que la gente habla mi idioma, y no me refiero al alemán, idioma difícil como ninguno, me refiero a otra cosa, ya sabeis de que estoy hablando.

5 Responses to “La fiesta de Berlin”

  1. mosca cojonera Says:

    Esos comentarios (y el parecido en algunos puntos de vista) me hace pensar más de una vez y más de dos si tantear en Berlin e irse a currar ahí una temporada.
    Pero las circunstancias son las circunstancias. Veremos lo que surge en el futuro.

  2. Diana Says:

    Afortunada tú eres que puedes dejar este sotanazo oscuro (o debería debcir cámara de gas? porque con la cantidad de policía que hay parece como si de un momento a otro se fueran a poner a matarnos a todas las que no encajamos con tu BarcelonaBatega) y cambiarlo por BERLÍN!!!!

    Estuve en Berlín del 7 al 12 (Berlinale y Conferencia SM) y quedé tan maravillada que creo que me vendría hasta mejor que Atenas (otra fiesta acertada a la que llegué hace dos años y de la que quedé profundamente prendida, ya estoy en 2º de Griego moderno). Eso sí que es una fiesta y lo de aquí es, pues bueno, los últimos estertores de algo que tiene los días contados.

    Como dice la mosca cojonera, las circunstancias… yo ya estoy hasta el coño de Barna, me queda un año, luego no me quedo aquí ni muerta. Aunque sea vuelvo a la patria, a bailar chotis y a comer cocido.

    bss
    Diana

  3. norman Says:

    hola guapa, que me alegro mucho de que te sientas tan bien por ahi. Otras nos quedamos aqui recibiendo las ultimas ostias en esta ciudad que un dia nos atrapó para quedarnos y que ahora románticos nosotras queremos defender hasta la muerte, en estos momentos en los que la vida aqui es más y más dificil. A veces toca quedarse, a veces marcharse. A veces toca quemar la ciudad y otras los puentes. En fin, un besazo

    norman

  4. Diana Says:

    Perdón, quería decir «su» BCNBatega, sorry

    Diana

  5. slavina Says:

    mi amiga irene lo conta bien y en manera muy sencilla en su blog -> http://berlin-alexanderplatz.blogspot.com/2007/02/lo-caro-y-lo-barato.html

    kuss, cariño
    como minimo te vendremos a visitar
    😉