María tiene una web pornográfica. Se llama girlswholikeporno.com y es, como su nombre lo indica, un sitio para chicas que gustan del porno, es decir de las imágenes de contenido sexual explícito. Para adictas al porno, pero no al que te llena de virus la computadora, advierte, no del porno institucional sino de aquél que bebe y regurguita, por ejemplo, de los gigantescos pechos de Annie Sprinkle, la ex puta y ex actriz porno que un día invitó al público a mirar el interior de su vagina –agitando un espéculo en el aire Annie dijo: acércate más, mira, esto es de verdad sexo, no lo que ves en Playboy. Y así provocó el inmediato ablandamiento de los miembros del sexo opuesto– brillante lección contra las décadas de normalización del morbo heterosexual. […]
El video en el que María aparece teniendo un orgasmo real en la pose del misionero es muy erótico y por eso mismo revulsivo, pero si me preguntan por el erotismo de su crítica, los manifiestos queer y la defensa del fantástico pene-clítoris, le aplaudiré pero diré que siempre prefiero el buen porno al metaporno y, en una noche de soledad, no me vengo con sutilezas estéticas e incluso prefiero el porno pésimo. Nunca como ahora el género se había diversificado tanto. Me pliego al postporno de Bruce La Bruce y Catherine Breillat, pero no por eso dejaré de alabar Detrás de la puerta verde. Yo me pregunto: ya que el queer acoge a tanta gente distinta y de-generada, ¿por qué una chica con mentalidad plural e ideas post feministas, lamentable consumidora de pornografía fascista e incluso antiecológica, no puede ser un tipo de queer?
por Gabriela Wiener
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Qué raro es cuando alguien a quien no conoces habla de ti. Qué raro es pensar en la imagen que proyectas. Qué raro ver las cosas que llaman la atención de la gente. Qué curioso ver los malentendidos a los que se llegan a través de un par de videos. Hoy sin ir más lejos he quedado con una persona a la que no conozco y que pensaba que girlswholikeporno estaba hecho por un hombre. No sé cómo tomármelo, pero lo sensato sería tomárselo mal.