La fiesta de Berlin
miércoles, febrero 28th, 2007Una vez, hace no mucho tiempo, (y tranquilos que no voy a contar la historia de una violación, ni asesinato, ni nada por el estilo) me invitaron a una fiesta. Me dieron la dirección y me dijeron como llegar. Pero una vez allí ninguna de las personas que me había invitado estaba, la fiesta no era tan divertida como esperaba y no me lo pasé muy bien.
Al día siguiente me di cuenta de que me había equivocado de fiesta.
Algo así es lo que siento viviendo en Berlin. Como si por fin hubiera llegado a la fiesta que estaba buscando. Como si hubiera estado mucho tiempo en un sótano oscuro, pensando que esa era la fiesta, y hubiera subido por unas escaleras a un piso superior y hubiera encontrado una puerta y la hubiera abierto y allí estaba la música, la gente, las risas y los pasteles de chocolate.
Y que conste que no quiero arremeter contra Barcelona, cada persona tiene sus circunstancias en la vida y el sitio más bonito del mundo puede ser un infierno para ti si lo que necesitas es otra cosa. Barcelona me ha dado muchísimo, a sido mi ciudad durante muchos años y soy quien soy por ella. Pero ya no lo era. Ya no era mi ciudad.
En Berlin tengo la sensación de que la gente habla mi idioma, y no me refiero al alemán, idioma difícil como ninguno, me refiero a otra cosa, ya sabeis de que estoy hablando.